Pero con la jornada ampliada la formación de los residentes se resiente. Los mismos 5-6 minutos por paciente, y cada dos semanas una consulta extra por la tarde (y por la mañana también). He renunciado a acoger a residentes de otra especialidad, y alumnos de pregrado.
Si hubiera pasado un año antes no habría disfrutado de la simpatía de aquel residente de ginecología, que tomaba apuntes en consulta para luego mirar en casa, y del que aprendí que no debes nunca perder el entusiasmo por lo que haces, y buscar con lupa en la historia algo que te de la clave del diagnóstico.
O aquel otro de traumatología, que se pasó una semana sin hablar porque pensaba que de una consulta de centro de salud no iba a aprender nada, y se fue sorprendido de la cantidad de traumatología que vemos, de lo poco que les derivamos, y de lo fácil que es sonreir y mirar a la cara a los pacientes, y lo terapéutico que resulta.
Si a Hipócrates le hubieran obligado a trabajar de sol a sol, a marchas forzadas, hubiera pensado: "en esas condiciones mejor no enseño lo que hago", digo yo!
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